Javier Trímboli, presidente del Centro de Estudiantes LFU (Liga Federal Universitaria), destacó la relevancia de la marcha que se llevará a cabo este miércoles en rechazo al veto presidencial. En este sentido, el presidente del centro de estudiantes de la UNLaM denunció recortes que afectan la vida académica cotidiana y aseguró que está en juego la universidad pública tal como la conocemos.

Por Giuliana Caivano
Este miércoles se espera una importante convocatoria por parte de diferentes sectores que confluirán al Congreso de la Nación para realizar la tercera Marcha Federal Universitaria.
Al mismo tiempo, en la Cámara de Diputados se discutirá el rechazo al veto contra la ley de financiamiento de las universidades que firmó Javier Milei.
En el ámbito local, desde la Universidad Nacional de La Matanza se adhirieron a las medidas en contra del veto, tras llevarse a cabo una asamblea de la que participaron el rector, Daniel Martínez; el vicerrector Fernando Luján Acosta; los secretarios generales de la Asociación de Docentes de la UNLaM (ADUNLaM) y de la Asociación de Trabajadores Nodocentes de la UNLaM (ATUNLaM), Sergio Barberis y Ricardo Faraldi, respectivamente; y el presidente del Centro de Estudiantes Liga Federal Universitaria (LFU) de la UNLaM, Javier Trímboli.
En este marco, Trímboli señaló a esta agencia que “desde el Centro de Estudiantes, junto al Frente Gremial Universitario, con el gremio docente y no docente, ya teníamos pensado convocar a esta tercera marcha federal en repudio al veto del presidente”.
“Cuando salió el veto, algo que esperábamos que ocurriera, nos organizamos para garantizar que la mayoría de estudiantes, docentes y no docentes participen, destacó y agrego: “Además, hoy realizaremos un apagón a las 20 horas en la universidad con el fin de concientizar”.
A su vez, explicó que “la situación que atraviesa la universidad es muy grave y no se trata solo de financiamiento. Hay menos oferta de cátedras, menos docentes disponibles y personal no docente que tuvo que renunciar, algo que hacía muchísimo no ocurría en la UNLaM”.
“Eso deteriora el funcionamiento en áreas como limpieza y seguridad, que siempre fueron un orgullo en nuestra universidad”.
Además, sentenció que tras el veto, “están en juego las universidades públicas tal cual las conocemos. Nos toca ser gestión y responder a la representación que nos dan los estudiantes cada dos años de la mejor manera, que es defendiendo la universidad pública más allá de las diferencias partidarias”.
“En el centro confían estudiantes de todas las ideologías. Nuestra tarea es representar a toda la comunidad y generar acciones necesarias para que mañana el rechazo al veto sea contundente”, detalló Trímboli.
“Con menos carreras, con un curso de ingreso restrictivo, con espacios de práctica reducidos. Ya está sucediendo que materias donde podían cursar 40 o 50 estudiantes ahora tienen lugar solo para 10. Cada vez más compañeros dejan de cursar porque no pueden costear el transporte, la comida o los materiales”, alertó.
“Eso lleva a una universidad más chica, para quienes puedan pagar, perdiendo la esencia de la universidad pública abierta a toda la comunidad. También está el problema docente: con los salarios actuales solo podrían sostenerse quienes tengan otro trabajo porque terminan dando clases en la universidad por vocación, lo que afecta directamente la calidad académica. Si esto continúa, vamos hacia una universidad para pocos, mucho más limitada, perdiendo la noción de universidad pública argentina tal como la conocemos”.
Por último, llamó a “todos a movilizarse mañana”, y concluyó: “No es solo un reclamo de estudiantes, docentes o no docentes: la universidad pública es el futuro de la patria y hay que salir a defenderla. Marchar es defender el futuro del país”.


