A 19 años del fallecimiento de José Luis “Garrafa” Sánchez, el recuerdo al ídolo de Deportivo Laferrere, mito del ascenso y símbolo del potrero y de un fútbol que no existe más.
Hay quienes necesitan de jugar en grandes equipos, ganar centenares de trofeos, o convertir más de mil goles para ser recordados. “Garrafa” no necesitó nada de eso.
Nacido en el partido matancero, vivió su infancia en Laferrere, donde empezó a dar sus primeros pasos en los potreros de nuestro distrito.
Su debut en primera fue en la temporada 1993, por supuesto que en Deportivo Laferrere, en la Primera B Nacional, a los 19 años debutaba nada más ni nada menos que frente a Almirante Brown, el 26 de noviembre. El gran dato es que “Garrafa” lo hizo como lateral izquierdo, ante la ausencia del titular.
A mediados de 1997 Laferrere lo transfirió a El Porvenir y un año más tarde emigró al fútbol uruguayo, para ponerse la camiseta de Bella Vista, equipo con el que clasificó para la Libertadores.
Luego de siete meses sin jugar, tras su vuelta al país por una enfermedad que sufría su padre, el regreso al fútbol fue en Banfield, equipo donde jugó entre 2000 y 2005, demostrando su gran valía tanto en la primera división como en la Copa Libertadores, donde nuevamente clasificó con el equipo del sur de la provincia.
LA VUELTA A CASA
A fines del 2005, Banfield lo transfiere a Deportivo Laferrere, ante un duro recorte presupuestario y “Garrafa” regresaba al club de sus amores.
Tras su vuelta al “Villero”, el destino le tenía preparada una ingrata sorpresa al talentoso jugador matancero que en 261 partidos consiguió 70 tantos. El 8 de enero de 2006, fallecía tras un accidente sobre su moto.
Su pasión por la velocidad y las motos le costó una oportunidad en Boca Juniors, en el año 1996. A pesar de impresionar en un amistoso, su amor por la velocidad lo llevaron a que Carlos Bilardo lo dejara fuera del equipo.
“Resulta que yo iba en moto a las prácticas. En ese momento, Boca se entrenaba en Ezeiza, y yo desde Laferrere no tenía otra forma de llegar que no fuese en mi moto. Como me habían advertido que podía no caer bien lo de la moto, yo llegaba muy temprano, antes que todos los demás, y la dejaba escondida. Un día se me hizo tarde, y en el camino me crucé con Bilardo y Pumpido…”. Declaró Garrafa en una entrevista en la que detalló el episodio que lo dejó afuera de la institución de la rivera.
EL BAILE DE LA GAMBETA A LA SELECCIÓN DE PASSARELLA
13 de febrero de 1998. El seleccionado argentino se preparaba para una nueva cita mundialista. En aquella jornada en Ezeiza, los dirigidos por Daniel Passarella jugaron un amistoso con El Porvenir.
¿Quién carajo es este pelado?”, pregunta Diego Simeone.
“¿Y este viejo, quién es?”, replica Marcelo Gallardo.
El Porvenir era sparring habitual de la Selección, ya que el presidente del club era -y es- Enrique Merelas, entonces encargado de las selecciones juveniles de la AFA y hombre de confianza de Julio Grondona. “Era tirarle la pelota a él, era Garrafa contra todos -recuerda Diego Monarriz, también compañero en El Porvenir-. Para nosotros jugar contra la Selección era todo. Garrafa quería demostrar. ‘¿Sabés que soy mejor que todos estos pero soy feliz acá?’.
Tenía todo para ir a jugar a cualquier lado”. Al día siguiente, en los diarios Clarín y La Nación, las crónicas de la práctica informaron que la Selección había ganado 4-2. Passarella le había inventado y filtrado ese resultado a la prensa, una artilugio típico del entrenador. Pero el Burrito Ortega le tiró un guiño a la distancia a Garrafa. “Los goles -se lee en Clarín– fueron convertidos por Ortega -luego en declaraciones radiales admitió que no había convertido ningún gol-, Raúl López, Riquelme y Gallardo”.
SU RECUERDO EN EL MUNICIPIO
No solo el recuerdo hacia su legado llega desde el club de sus amores, que nombró una tribuna con su nombre.
A principios de octubre del año 2023 se finalizó y habilitó el nuevo paso bajo nivel José Luis “Garrafa” Sánchez, de las vías de la Línea Belgrano Sur sobre la calle Ezeiza.
Además, en el años 2013 se aprobó un proyecto de ordenanza por el Honorable Concejo Deliberante local, en donde se nombró con su nombre.