Tras la paralización por parte del Gobierno nacional de la obra del paso bajo nivel de la avenida Arturo Illia, en la localidad cabecera de La Matanza, vecinos reclaman medidas ante el caos vehicular en la zona y el aumento de casos de inseguridad. “Es increíble que Illia siga intransitable”.

Por Giuliana Caivano

Desde el momento en el que asumió Javier Milei como presidente tomó la decisión de frenar alrededor de mil obras públicas, con el objetivo de generar ahorro y que el mismo contribuya al equilibrio fiscal.

Esta decisión tomada por el Gobierno nacional afectó entre una de las tantas, a la obra más importante proyectada en San Justo: la obra del paso bajo nivel de la avenida presidente Arturo Illia del ramal Haedo – Temperley, del ferrocarril Roca.

Cabe recordar que en julio del año 2021, desde el Ministerio de Transporte de La Nación, en conjunto con Trenes Argentinos y la intendencia de La Matanza, oficializaron el convenio para la construcción del mismo.

Posteriormente, en mayo del 2022 comenzaron los trabajos de obra. En aquel momento les informaron a los vecinos que la obra y el cierre de las calles durarían entre 2 y 3 años aproximadamente.

Sin embargo en diciembre de 2023 se canceló la obra y una de las arterias más transitadas del partido con descarga hacia la Ciudad Autónoma sigue cerrada.

Vecinos que tienen sus viviendas sobre la avenida, aquellos que toman el colectivo o que deben transitar con sus vehículos a día a día por la zona reclaman medidas.

En este sentido, desde Almafuerte Noticias conversamos con vecinos que a diario tiene que tomar otro camino o encontrarse en un embotellamiento al ir y volver de su trabajo con su automóvil, y a su vez, con otros que viven en dicha zona y quienes además de los problemas de tránsito, marcaron que los hechos de inseguridad se agravaron “notablemente”.

Uno de los conductores con los que conversamos relató que todos los días utilizaba la avenida para trasladarse a su trabajo en CABA, y desde que se decidió paralizar la obra pública se encuentra buscando “constantemente” alternativas que le permitan movilizarse y llegar a su empleo a horario.

“Me veo afectado como otros miles de usuarios que todos los días utilizan esa importante avenida que sigue totalmente cerrada, con la obra a medio terminar y quién sabe cuánto tiempo más permanecerá así. Para nosotros, los que vivimos en San Justo es increíble que Illia siga intransitable”, apuntó.

“Tanto para ir como para volver tengo que buscar otras alternativas para poder llegar a la avenida General Paz y Mosconi, porque es imposible en los horarios picos de la mañana y de la tarde pasar por ahí”, continuó.

“Así como se paralizó esta obra en pleno centro de San Justo, se frenaron miles de obras públicas que estaban comenzadas, esto no sólo afecta al tránsito, sino a la infraestructura del país”, agregó.

Uno de los cruces más afectados según los conductores es el de Florencio Varela y avenida de Mayo, ya que “todos los que vienen desde General Paz llegan hasta donde está cortado por Illia y luego agarran Varela, que es donde se arma lío con Don Bosco, porque nadie sabe quien tiene prioridad”, relata otro vecino y agrega: “Nunca vi a nadie de Tránsito ordenando”.

Además, los vecinos observan que los colectivos también tienen que desviarse, causando complicaciones en el tránsito durante todo el día debido a que todos deben tomar las laterales para poder circular lo que termina generando el embotellamiento.

Por otro lado, al dialogar con una vecina que vive sobre la avenida entre las calles Zapiola y Ombú (lugar exacto donde la obra quedó paralizada), manifestó ante su disconformidad con la decisión de frenar la misma.

De este modo, explicó que los inconvenientes abarcan temas como la inseguridad, la acumulación de agua que se genera en el terreno excavado y a raíz de eso, la proliferación de mosquitos.

“Nos genera varios inconvenientes, la inseguridad es lo principal, porque no disponemos de luminaria y eso colabora a que roben a cualquier hora. Además, al ser que la cuadra está cerrada, no pasan los recolectores de basura, entonces no tenemos ni luz, ni pasa el basurero, pero el impuesto municipal lo pagamos igual”.

“También es un problema cuando llueve, porque se inunda mucho, casi no podemos circular por la cuadra y si hay algún auto estacionado hay que correrlo porque el agua sube mucho”, detalló.

Al residir en la zona, la vecina manifestó que el tránsito es un grave problema ya que al estar las esquinas cortadas, los vehículos y colectivos se desvían causando inconvenientes en las demás cuadras.

“Ni hablar del tránsito que donde antes me tomaba el colectivo en la esquina de mi casa, ahora tengo que caminar tres cuadras más, y si vuelvo tarde, me tienen que ir a buscar a la parada para llegar tranquila”, finalizó.