El conjunto matancero cayó derrotado por 2 a 1 frente a Boca, en el encuentro correspondiente a los 16avos de final de la Copa Argentina. Los dirigidos por Daniel Bazán Vera plantearon un partido de igual a igual en el que sufrieron ambos goles de contra. El descuento fue convertido por Santiago Vera.

Con goles de Merentiel y Cavani, el Xeneize doblegó al Mirasol y se metió entre los mejores 16 del certamen federal. En la próxima instancia, se enfrentará a Talleres de Córdoba por un lugar en los cuartos.

Boca derrotó 2 a 1 Almirante Brown y clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina, en un partido disputado en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.

Con goles de Miguel Merentiel, a los 47 del primer tiempo y Edinson Cavani, a los 7 del segundo tiempo, el Xeneize derrotó a la Fragata y se metió entre los mejores 16 del certamen federal. Santiago Vera descontó, a los 32 del complemento.

Almirante planteó un partido de igual a igual, en el que en el primer tiempo tuvo algunas ocasiones desde larga distancia que comprometieron al Xeneize. A pesar del primer gol, el Mirasol completó una primera parte más que positiva.

El complemento comenzó con un error en la salida que terminó en el segundo de Boca, el resultado parecía definirse, aunque los dirigidos por Bazán Vera no bajaron los brazos y pelearon hasta el final del encuentro, llegando al descuento en los minutos finales.

LA HINCHADA MIRASOL

La hinchada Mirasol que llegó desde La Matanza, que viajó más de mil kilómetros y se hizo escuchar, frente a los miles del Xeneize que ocuparon más de la mitad del estadio mendocino.

En la próxima instancia, el equipo de Diego Martínez chocará con Talleres de Córdoba, por un lugar en los cuartos de final.

Una hora antes comenzaron los cánticos, las gastadas y algo más, y cuando ingresaron los equipos el estadio cambió de color se tiñó de azul, amarillo y negro. 

Agitando banderas amarillas, los de Almirante no pararon de alentar y en cada quite duplicaban esa intensidad sabiendo que los once que estaban adentro de la cancha, estaban dispuestos a dejar hasta la última gota de sudor por los colores.