Marcelo Arizaga, comisario retirado de la Policía Federal Argentina, referente durante años del área de prensa de la fuerza, fue asesinado en la madrugada del sábado en su casa de la calle Ecuador, en Ramos Mejía en el marco de una entradera. Arizaga tenía 60 años. Los delincuentes lo ataron antes de matarlo.

Por el hecho, el fiscal Adrián Arribas de la UFI de Homicidios local, busca a seis sospechosos que atravesaron la reja de la casa de la víctima para entrar al lugar.
El hecho fue reportado por un comerciante vecino de Arizaga, que hizo sonar la alarma vecinal, lo que llevó a personal de la Comisaría 9° de Lomas del Millón de la Policía Bonaerense al lugar, de acuerdo a un informe oficial.
Allí, ingresaron a la casa, visiblemente revuelta. El cadáver de Arizaga estaba en el piso, atado con cinta.
Por lo pronto, se conoce el auto de la fuga, un Chevrolet Cruze blanco que se dirigió hacia la avenida Díaz Vélez.
Arizaga, padre de varios hijos, se encontraba en pareja. La mecánica de su muerte, que será determinada por la correspondiente autopsia, todavía se desconoce.
Su cuerpo no evidenciaba heridas de bala o arma blanca. “Podría haber muerto de un infarto”, asegura un investigador.
Su profesionalismo y su trato afable lo distinguían. “Era un caballero”, lo recuerda un viejo compañero.


