El agente, de la fuerza federal, reaccionó cuando fue atacado por cuatro ladrones y quedó detenido por exceso de legítima defensa. El niño está en grave estado.

Un menor de siete años fue baleado por un oficial de la Policía Federal que intentaba defenderse de cuatro delincuentes que habían intentado asaltarlo en una parada de colectivos.

En el tiroteo, un joven murió, dos sospechosos resultaron heridos, y el niño de siete años, que iba a la escuela junto a su padre, quedó internado en grave estado.

Todo sucedió alrededor de las 22.30 del miércoles en la intersección de avenida Crovara y Madrid. Tras el episodio, el agente quedó detenido por exceso de legítima defensa.

El enfrentamiento comenzó cuando el policía, que se desempeña como oficial ayudante de la Dirección Montada de la PFA, se encontraba de civil y franco de servicio, esperando el transporte público.

En ese momento, fue interceptado por cuatro hombres armados. En consecuencia, él se identificó como personal policial y extrajo su arma reglamentaria, una Bersa Thunder Pro, con la que comenzó a dispararles.

Como consecuencia del tiroteo, uno de los asaltantes, de 18 años, recibió un impacto en la zona del cuello y murió en el lugar.

Los otros dos delincuentes, ambos de 21 años, resultaron heridos: uno fue baleado en la pierna derecha, mientras el otro en el abdomen. Este último está internado en estado crítico.

En medio de la balacera, Thiago, un niño de siete años que también aguardaba el colectivo junto a su padre, fue alcanzado por un disparo que impactó en su cabeza. 

El menor fue trasladado de urgencia al hospital Balestrini, donde recibió las primeras atenciones, y luego derivado al Hospital de Niños de San Justo, donde permanece en estado reservado.

La causa quedó a cargo del fiscal Rulli. En la escena, personal de la policía científica secuestró un revólver calibre .38 sin numeración ni municiones, un proyectil deformado y una vaina servida.

También se encontraron rastros de sangre de Thiago a casi 200 metros del lugar de los disparos, además de la pistola reglamentaria del oficial.

Por orden del fiscal, el policía federal quedó aprehendido por exceso en la legítima defensa, mientras que los dos asaltantes heridos permanecen a disposición de la justicia. 

La investigación, no obstante, continúa tanto para esclarecer la secuencia de los hechos como para determinar las responsabilidades de los involucrados.