El juicio que comenzaba este viernes contra dos de los tres acusados del crimen de Federico Potarski, el joven jugador matancero asesinado el 14 de julio de 2022 en el interior del barrio San Petersburgo, fue postergado para el mes de octubre.
El debate oral y público se llevará adelante finalmente en el mes de octubre en el Tribunal Oral Criminal Nº 3 local, contra los acusados Matías Ezequiel Ruiz Leiva y Sergio Gabriel Muñoz, quien fue detenido en el marco de la investigación de otro crimen, el del colectivero de la línea 620 Daniel Barrientos. Cabe recordar que un tercer sospechoso, Gonzalo Emanuel Morales, permanece prófugo desde el momento del crimen.
El abogado que representa a la familia Potarski, Miguel Racanelli, explicó al medio Primer Plano Online que se trata, aunque en medio de la indignación, de una decisión que se atiene a derecho.
“Lo volvieron a matar”, sentenció la familia.
Federico fue asesinado en la cabeza en uno de los pasillos del barrio. De acuerdo con la instrucción del caso, a cargo del fiscal de Homicidios Federico Medone, lo hicieron con “un plan ideado previamente, consistente en la distribución específica de roles y portando al menos uno de ellos un arma de fuego”.
Lo que aún no queda claro es el móvil del crimen, dado que, según consta en el expediente, en la parte trasera del Fiat Uno Wey que conducía Potarski los investigadores hallaron una gorra de color negra de marca Nike, mientras que la parte delantera hallaron la billetera personal con su documentación, dos juegos de llaves y dinero en efectivo por $3960.
Para la justicia, el crimen fue en un intento de robo que los delincuentes no pudieron concretar. “Con el fin de desapoderar ilegítimamente de objetos de su propiedad, le efectuaron al menos un disparo de arma de fuego, con el objeto de asegurar el resultado, facilitar dicho desapoderamiento y procurar la impunidad”, argumentó el juez de Garantías Gustavo Banco al elevar la causa a juicio.
El delito que enfrenta Muñoz es el de “robo agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa en concurso real con homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por ser cometido criminis causae”, es decir, matar para ocultar otro hecho delictivo. De ser hallado culpable, la única pena en expectativa posible es la de perpetua.