Los acusados fueron sentenciados tras acordar las penas mediante juicios abreviados, en el marco del caso por el asesinato de Daniel Barrientos, chofer de la línea 620. El juicio continúa para otro de los acusados.

A un año y cuatro meses del crimen del colectivero Daniel Barrientos en la localidad de Virrey del Pino, tres de los implicados en el caso acordaron, a través de juicios abreviados, ser sentenciados a la pena de tres años y tres meses de prisión de cumplimiento efectivo por el robo del auto en el que se llevó a cabo el atraco que derivó en el crimen, en el arranque del juicio por el hecho.

Mariano Alderete (19 años), Míqueas Fernández (20) y Rodrigo Pittito (24) son los delincuentes que estaban acusados del robo del Fiat Siena con el que dos homicidas se fugaron tras el ataque al chofer de la línea 620.

Como autores materiales del asesinato, la fiscalía apunta contra dos sospechosos, de los cuales este lunes solo pudo dar declaración este lunes. Se trata de Edgardo Muñoz, alias ´Magú´, de 22 años, quien es el sospechoso que se subió al colectivo a robarle a Barrientos junto a su cómplice.

La Justicia identificó al otro malhechor, pero no pudo ser llevado a juicio porque es menor de edad debido a que el momento del hecho tenía 15 años y es inimputable para el Código Penal.

Los jueces Andrea Giselle Schiebeler, Matías Rouco y Nicolás Grappasonno, integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 local analizarán las pruebas y determinarán el veredicto. Muñoz está imputado del delito de “robo agravado por el uso de arma de fuego y homicidio agravado criminis causa”, que tiene una pena en expectativa que es la de perpetua en caso de ser hallado culpable.

EL ASESINATO

El hecho ocurrió pasadas las 4.30 del lunes 3 de abril de 2023, cuando dos delincuentes abordaron el colectivo de la línea 620 que era conducido por Daniel Barrientos en la parada ubicada en el cruce de las calles Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza.

Bajo amenazas con armas, los asaltantes intentaron robarles a los pocos pasajeros que viajaban a esa hora en el transporte. Entre ellos se encontraba un oficial del Departamento Operaciones Urbanas de Contención (DUOC), sede Barracas, de la Policía de la Ciudad, que retornaba a su domicilio luego de prestar servicios.

Tras el disparo a quemarropa al chofer, el oficial dio la voz de alto y se tiroteó con los asaltantes cuando bajaron del colectivo para escapar en un auto de apoyo en el que iba un tercer cómplice. A raíz del disparo, el colectivero murió en el lugar.