Los representantes de Medamax no asistieron a la audiencia convocada por el ministerio de Trabajo bonaerense, tras los 70 despidos en la sucursal de Laferrere. A 15 días “de haber encontrado la puerta de la empresa con candado”, los trabajadores se turnan en guardias frente al comercio.

La audiencia convocada por el ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, en el marco de los 70 despidos en la sucursal de Gregorio de Laferrere de la empresa Medamax, quedó trunca debido a la ausencia de los representantes de la firma.

Así también, informaron que se les hizo llegar a los trabajadores y trabajadoras despedidas la oferta del pago de la indemnización en 12 cuotas.

El lunes pasado, según lo establecido por el Ministerio de Trabajo, la empresa debía abrir las puertas y permitir el ingreso de los trabajadores para que pudieran retirar sus pertenencias y efectos personales que habían quedado adentro del lugar, pero tampoco se presentaron.

“A 14 días de haber encontrado la puerta de la empresa con candado y haber sido despedidos, siguen resistiendo para que los dueños del mayorista les abonen lo que les corresponden: la indemnización al 100 por ciento, los sueldos y el aguinaldo”, marcaron desde el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio, conducido por Rubén Ledesma.

El incumplimiento por parte de la empresa derivó en una denuncia penal formalizada por el delegado, Gastón Figueroa. Ahora esperan, mediante la intervención de la fiscalía, poder recuperar sus cosas en los próximos días, lo que, consideran, sería “una victoria importante”.

“Nos despiden para tomar empleados de acuerdo a la nueva ley, sin antigüedad, sin derechos, nueve meses a prueba y que los puedan echar sin pagar indemnización”, había denunciado Figueroa días atrás.

Para Figueroa, el objetivo de la jugada es la precarización laboral porque “a nosotros nos dicen una cosa pero en las demás sucursales pasa otra, los gerentes de esta sucursal siguen trabajando en otra sin problemas”.

Medamax es una empresa perteneciente a la familia De Lucía, con casi treinta años de trayectoria y ocho sucursales en total. Son dos en las provincias de Salta y Tucumán, y las restantes en territorio bonaerense, como José C. Paz, Claypole, Berazategui, San Miguel, Quilmes; además de la que mantiene el conflicto dentro del municipio matancero.

Figueroa sostiene que, de lograr su objetivo con ellos, la empresa repetirá el mismo modus operandi con los trabajadores de las sucursales restantes, ubicadas en Claypole, José C. Paz, Berazategui y Bernal.