La detención se produjo en las últimas horas tras una investigación del fiscal local Adrián Arribas. Lo capturaron junto a su pareja la División Homicidios de la PFA en Virrey del Pino.

Eliana Vanesa Gómez, vecina matancera, licenciada en enfermería y trabajadora del Hospital Churruca, fue asesinada frente a su casa por dos delincuentes que le robaron el auto.
El auto de la víctima, un Fiat Argo rojo, se encontró abandonado poco después del crimen en la esquina de Alvear y Larsen, en el barrio San Carlos. Hace seis días habían capturado a uno de los sospechosos y este miércoles la Policía Federal detuvo a quien consideran el autor material del homicidio.
El crimen de Gómez, asesinada de un tiro en la cabeza, fue filmado por una cámara de seguridad de la zona. Las imágenes, que se volvieron la prueba principal en el caso, muestran con nitidez la cara de los asesinos.
Los investigadores, liderados por el fiscal de la UFI Homicidios local, Adrián Arribas, en una causa por homicidio criminis causa, consideran el caso resuelto: “Si ves los videos, son los dos que ya están detenidos”.
Identificado como Lucas Báez Silva (28), no estaba solo. Lo atraparon en la localidad de Virrey del Pino junto a su pareja, una mujer que está condenada y que tenía una tobillera electrónica del Servicio Penitenciario Bonaerense: “Se la sacó para fugarse con él”, ampliaron las fuentes.
El pasado 12 de diciembre, la DDI de La Matanza y la Departamental local de la Policía Bonaerense, en conjunto con la División Homicidios de la PFA, habían arrestado a dos sospechosos por el caso, uno de ellos está sindicado como el cómplice del homicida, apresado este miércoles.
Ese detenido fue identificado como Mauro Adrián Fruto, de 27 años, con domicilio en la localidad de Gregorio de Laferrere. La mujer que cayó el mismo día que él era un sargento de la Policía Bonaerense. Según creen los detectives del caso, sería la pareja del sospechoso, un dato que fue aportado a la investigación por un testigo encubierto.
Cuando la encontraron en el curso de la investigación, la sargento brindó una coartada para quien se cree que es su pareja: aseguró que el día del crimen de la enfermera los dos habían ido a Lobos, provincia de Buenos Aires. Por eso quedó acusada del delito de encubrimiento agravado.
Sin embargo, al momento de ser esposada en una casa de Rafael Castillo, la mujer negó cualquier vínculo romántico con el acusado y fue quien marcó el lugar en donde se escondía Fruto.
Con ese dato, el sospechoso fue detenido en la casa de una familiar, ubicada en la localidad de González Catán.