El consumo masivo volvió a caer durante marzo, según los datos de la consultora Scentia, que indican que la variación negativa fue del 7,3% interanual en supermercados.
Los representantes de las grandes cadenas están preocupados. No hay ninguna oferta, promoción o congelamiento que logre atraer a los clientes. “No hay plata”, el mantra repetido por el Presidente, se trasladó de facto a los consumidores que se achican en productos que a priori deberían tener cierta inelasticidad en la demanda: alimentos, bebidas, artículos de higiene y limpieza.
El último relevamiento de la consultora Scentia describe un escenario dramático para el sector. Las ventas en supermercados se desplomaron un 7,3% interanual, en las bocas mayoristas un 10% y en las cadenas de farmacias un 20,2%. Nada de esto fue compensado por los autoservicios independientes, que en el mismo período también registraron una caída, en este caso del 7,6%.
Todas las categorías del consumo masivo muestran bajas: alimentación 2,2%, bebidas con alcohol 13,1%, higiene y cosmética 11,2%, limpieza y ropa del hogar -6,1%.