El Gobierno dio un paso más en el ingreso de capitales privados al fútbol argentino y dio luz verde a las sociedades anónimas. Los casos más representativos en el mundo y los cambios que habrá en la estructura jurídica de los clubes.
El gobierno de Javier Milei dio un paso más en el ingreso de capitales privados al fútbol argentino, al autorizar la transformación de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas y permitir el ingreso de asociaciones civiles y fundaciones como accionistas.
Si bien insisten con que será opcional, el mega DNU 70/23 establece el plazo de un año para que la AFA y los clubes incorporen obligatoriamente las SAD a sus estatutos.
A diferencia de las asociaciones civiles sin fines de lucro, las SAD operan con fines de lucro, es decir buscan beneficios individuales y ganancias.
El principal cambio que dispuso el decreto en relación al deporte está relacionado con el artículo 19 bis de la ley del Deporte 20.655. La nueva normativa permite que las entidades deportivas asuman la figura legal de SAD.
De esta forma, las asociaciones civiles podrán formar parte de las sociedades comerciales, transformarse, o fusionarse con el voto unánime de sus socios.
El Gobierno calcula que podrían ingresar entre u$s2.500 y u$s3.000 millones de inversiones. Sostiene que hay 11 empresas decididas a desembarcar en la Argentina con billetes frescos. Por ejemplo, Milei mencionó al Chelsea de Inglaterra como uno de ellos.
En el nuevo decreto, definieron que los “asociados a las asociaciones civiles” serán “quienes participen en la asamblea extraordinaria de la asociación que considere la decisión de transformar a la entidad en sociedad anónima o resuelva ser socia de sociedades anónimas”.
Además, en el artículo segundo especificaron que, pese a que aún no se hayan adaptado los estatutos o códigos internos de las asociaciones, federaciones y confederaciones deportivas, estas no podrán “impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión, con fundamento en su forma jurídica, originaria o derivada”.
En el mismo sentido, aclaró que todos los clubes y asociaciones “tendrán derecho a mantener su participación en toda competición en la que intervinieran bajo su estructura jurídica anterior y en las mismas condiciones que se encontraban con anterioridad a la modificación producida”.
En la actualidad, las organizaciones rectoras del deporte en nuestro país -como es el caso de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)- prohíben la afiliación y participación en los torneos de un club que sea una SAD. Dicho de otro modo, para que un club pueda ser admitido dentro de la AFA debe organizarse jurídicamente como asociación civil.
Actualmente, el Estatuto de la AFA, en su artículo 9 sobre admisión, suspensión y expulsión, dispone que los clubes a incorporarse en carácter de invitados por dicho ente deberán revestir “el carácter de asociaciones civiles sin fines de lucro”. Esto fue votado por última vez en la Asamblea General Ordinaria de la AFA, que se llevó a cabo el 23 de noviembre último en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza.
“Cada uno de ustedes hizo una manifestación pública contra las SAD y quiero felicitarlos. Los clubes necesitan cumplir la función que cumplen como las asociaciones civiles que son. Estoy convencido de que esa es su esencia”, señaló en aquel momento Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA.
Pablo Toviggino, tesorero de la AFA y mano derecha de Tapia, aseguró que “la AFA está preparada para dar el debate con sus clubes y defender el formato actual”.
Hace semanas, el Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino emitió un comunicado en el que aclara que se oponen a que se quiera obligar a cualquier ente privado (como lo son las asociaciones civiles) a asociarse a entidades con diferente estructura jurídica, algo que contradice a los estatutos y a la voluntad del socio.
Actualmente hay varias medidas cautelares solicitadas contra el DNU 70/23, pero hasta ahora sólo una fue otorgada por la Justicia y ratificada por la Sala 1 de la Cámara Federal de San Martín. Es la que presentó la Liga de Fútbol de Salto.
Esta Cámara Federal consideró que el mencionado DNU “altera el estado de situación de un colectivo de incidencia social como son las entidades deportivas, pues impide desarrollar su vida asociativa”.
La interpretación del fallo está en disputa. El Gobierno afirma que los efectos de la cautelar aplican sólo para esa liga. Pero la AFA se agarra del fallo y sostiene que es una suspensión lisa y llana para todo el país.
Es decir, están convencidos de que si el gobierno reglamenta el DNU y establece las SAD, no podrán obligar a la AFA ni a ningún club a incorporar las Sociedades Anónimas a sus estatutos mientras la cautelar esté vigente.
Las posturas acerca de las SAD son disímiles. Los clubes de las diferentes categorías del fútbol argentino rechazaron en noviembre último la incorporación de las sociedades anónimas.
El único club de Primera División que no participó de aquella reunión fue Talleres de Córdoba, el único club del fútbol argentino que saludó el triunfo de Milei en el balotaje. La “T” está conducido su presidente Andrés Fassi como una empresa y gerenciado por capitales mexicanos.
Los otros clubes de la Liga Profesional de Fútbol que actúan como una “SAD encubierta” son Defensa y Justicia y Deportivo Riestra.