Candela Santa María falleció ayer por la madrugada al recibir un disparo en su auto. El sospechoso, que quedó en la mira de los investigadores al ser señalado por los familiares y los testigos, se quitó la vida cuando iba a ser detenido.

La investigación por el crimen de Candela Santa María, de 24 años, encontrada muerta este sábado en su auto en la localidad de González Catán, dio un giro en las últimas horas: la Policía de la Provincia de Buenos Aires descartó la hipótesis de robo e informó que allanó el domicilio del principal sospechoso, un joven de 20 años que se quitó la vida al verse acorralado por los efectivos.
Horas antes, López había publicado una serie de posteos en los que se defendió de las acusaciones en su contra.“Quiero que sepan que yo no tuve nada que ver con lo de Cande”, aseguró a través de su cuenta de la red social Facebook.
El hecho comenzó en horas de la madrugada cerca de la intersección de Coronel Ramos y La Bastilla, donde la víctima fue hallada sin vida dentro de su Fiat Cronos con una herida de arma de fuego en la zona parietal de la cabeza, con orificio de entrada y salida.
Los familiares de Candela aseguraron desde el primer momento que la habían matado para robarle el celular y el dinero, y que la joven había sido traicionada por alguien conocido.
Incluso, un primo sostuvo en declaraciones públicas que habían identificado al autor a través de las cámaras de seguridad.
“Lo tenemos identificado y le pasamos la información a la policía. Le robó el celular y la mató. Seguro le robó plata. Es un fisura. Son todos fisuras. Mi prima era muy conocida. Le pidieron el auto por esta aplicación porque la conocían y le hicieron la cama. Se ve que estaban pasados de droga y la mataron. Fue entre la 1 y las dos de la mañana”, afirmó el familiar.
Sin embargo, la reconstrucción familiar acerca de un robo no coincidió con los datos relevados por los investigadores, que determinaron que la joven no se encontraba trabajando con la aplicación al momento del asesinato porque ya había apagado la plataforma antes del ataque. Es más, se estableció que Candela se encontraba camino a guardar el vehículo cuando luego de la medianoche dejó de responder mensajes.
Así, los detectives pasaron a enfocar la investigación sobre el vínculo entre Candela y el principal sospechoso. Su nombre apareció a partir de los testimonios de testigos. Gracias a otras tareas del Grupo Táctico Operativo, se acreditó su identidad.
En el reporte policial se confirma que el sospechoso tenía 20 años y era vecino de la víctima. Rápidamente, las autoridades organizaron un allanamiento de urgencia en la vivienda del joven: no estaba allí.
La búsqueda entonces se desplazó hasta una casa en Virrey del Pino, en la que viven familiares. Al verse rodeado, y en presencia de un vecino, primero intentó huir por los fondos de la vivienda y, luego, efectuó un disparo contra sí mismo, lo que provocó su fallecimiento, de acuerdo a lo informado por la fuerza.
Por pedido de Diego Rulli, fiscal en turno de la UFI de Homicidios de La Matanza, las pericias en la escena quedaron a cargo de personal de la Policía Federal Argentina. Según informaron las fuentes, la investigación se centra ahora en tratar de entender la relación previa entre víctima y victimario.
Tras el crimen y antes del allanamiento, familiares y allegados de Candela habían realizado un corte en Ruta 3 para pedir justicia y exigir la captura del sospechoso, mientras en las redes sociales se difundían imágenes suyas incriminándolo.


