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La Justicia le negó la excarcelación al policía imputado por la muerte de Thiago Correa

La Justicia determinó este viernes que el policía federal acusado por la muerte de Thiago Correa va a seguir detenido.

Así lo resolvió el Juzgado de Garantías que lleva adelante la causa, la cual rechazó el pedido de excarcelación que había presentado la defensa de Facundo Aguilar Fajardo a principios de esta semana.

La decisión judicial se conoció este viernes. El agente de la PFA permanece detenido desde el miércoles de la semana pasada, luego de que baleara al nene de 7 años en la cabeza cuando sufrió un intento de robo del que era víctima junto a su mamá en Ciudad Evita.

Aguilar Fajardo está acusado por homicidio simple con dolo eventual, delito que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión.

Inicialmente había sido en grado de tentativa, pero la imputación se agravó el viernes pasado, cuando Thiago murió luego de más de 24 horas internado en estado crítico por el disparo que recibió en la cabeza mientras esperaba el colectivo junto a su papá a una distancia de aproximadamente 180 metros del lugar del robo.

La fiscalía de Homicidios de La Matanza, con intervención de Diego Rulli, decidió aplicar esta figura penal por sobre la de homicidio culposo (hasta 6 años de cárcel si es agravado) debido a la cantidad de disparos efectuados –once en total–, el horario y el lugar donde ocurrió el hecho, una avenida pública con circulación de personas.

Aguilar Fajardo fue notificado formalmente por el fiscal sobre el cambio de carátula el lunes, cuando volvió a sentarse frente a Rulli para la indagatoria de rigor.

Durante esa audiencia brindó básicamente el mismo relato de los hechos y respondió algunas preguntas de sus abogados, que intentaron defender la idea de que el agente actuó en legítima defensa frente al ataque de cuatro delincuentes armados.

Aun así, el fiscal mantuvo la imputación inicial. Argumentó que el policía, de 21 años y perteneciente a la Policía Federal Argentina, pudo prever las consecuencias de disparar en esas circunstancias, aunque siguió tirando con su arma reglamentaria y aceptó el riesgo de provocar muertes.

En cuanto a la actuación del policía respecto del presunto ladrón de 18 años que murió por un tiro en el cuello, la fiscalía calificó la acción como exceso en la legítima defensa.

Esa decisión se basó en las pericias y en las imágenes de cámaras de seguridad que muestran que los disparos se efectuaron cuando los asaltantes ya estaban en fuga.

En el caso de los otros dos ladrones, ambos de 21 años, resultaron heridos: uno por un disparo en la pierna derecha y el otro por una herida abdominal grave. El cuarto sospechoso logró escapar pero fue detenido esta semana.

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