Un grupo de 20 internos de la Unidad 43 del Servicio Penitenciario Bonaerense en González Catán, que realiza asiduamente tareas de carpintería, elaboraron muebles para el espacio Casa de Medio Camino, entidad que asiste a mujeres, niñas y niños en estado de vulnerabilidad.
No es la primera vez que la Unidad 43 del Servicio Penitenciario Bonaerense en González Catán es noticia por una acción positiva, que marca claramente el rumbo del penal en cuanto a sus reclusos y las posibilidades que brinda en cuanto a la reinserción de estos.
En esta oportunidad, mobiliario fabricado íntegramente en el taller de la Unidad fue para un espacio en el que albergan mujeres, niñas y niños en estado de vulnerabilidad.
La producción de los muebles se desarrolló en los talleres de carpintería de la Unidad 43 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) en un emprendimiento que contó con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Juan Martín Mena.
Los internos elaboraron 12 camas y 6 roperos para el nuevo espacio Casa de Medio Camino, ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y que actualmente asiste a mujeres, niños y niñas, víctimas de violencia.
Los muebles fueron construidos íntegramente en el taller Vamos por más, del que participan habitualmente 20 internos y realizan este tipo de trabajos para donar, con materiales que también reciben a través de la caridad y descarte.
“Estoy detenido hace mucho, y no había aprendido tanto como este último tiempo que aprendí lo que es la labor, la camaradería y a coordinar las actividades de los talleres y poder integrar al servicio penitenciario con nosotros y con los civiles. Este taller me da, día a día, nuevas herramientas para encaminar mi vida”, nos había comentado uno de los internos que participaron de otro proyecto similar en la Unidad.