El dirigente matancero analizó el impacto de la suba de precios y la caída de consumo de carne vacuna en Argentina. “Las carnicerías de a poco se van fundiendo y no tienen otra opción que cerrar”, alertó.

Por Giuliana Caivano

Alberto Samid sobre la caída del consumo de la carne: “Las carnicerías de a poco se van fundiendo y no tienen otra opción que cerrar”

En diálogo con Alberto Samid, empresario de la carne y ex vicepresidente del Mercado Central de Buenos Aires, para analizar el impacto de la suba de precios y la caída de consumo de carne vacuna en Argentina, conforme al último relevamiento publicado por la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).

El informe refleja que el consumo de carne vacuna por habitante tuvo una caída del 10% en 2024. De este modo, se ubicó en el segundo registro más bajo desde que se inició la medición en 1914.

El empresario matancero comenzó por advertir que no sólo bajó la venta de carne, sino todos los alimentos en general, aunque posiblemente la carne va a bajar un poco más, ya que los consumidores buscan otras opciones más económicas.

“En general todo cuesta una fortuna, ya sea en almacén, verdulería o fiambrería. Por ahí la carne bajó un poco más porque está el pollo como alternativa, pero todo aumenta y la gente cada vez tiene un mango menos porque primero pagan los servicios, el colegio o cosas muy importantes y después están los alimentos”, explicó Samid.

El consumo de carne vacuna habría sido equivalente a 2.240 millones de toneladas de res con hueso en 2024. Es decir, la caída del consumo habría sido de 193.78 mil toneladas.

“Las carnicerías de a poco se van fundiendo y no tienen otra opción que cerrar. Carnicerías chicas prácticamente quedan muy pocas y los consumidores cambian de alimento, comen otros alimentos más baratos, consumen más papas, fideos, otro tipo de alimentos que no es lo mismo que la proteína que da la carne vacuna”, alertó.

De este modo, el “Rey de la carne” se refirió a que hay un problema en la producción, ya que conforme explicó, cada vez hay más habitantes y menos vacas. Por lo tanto, añadió que a los ganaderos no les interesa tener “una vaca más”, a diferencia de otros países como Uruguay, Brasil y Paraguay.

“Hay miles y miles de hectáreas de campo que no hay nada, no hay sembrado, no hay hacienda. Buscan la excelencia en calidad, sí, pero no en cantidad. En este contexto, lo principal es tratar de no matar hembras”, aseguró.

Samid detalló brevemente el procedimiento de la faena vacuna: “Nosotros faenamos 12 millones de cabezas por año, la mitad son hembras. Por lo menos 4 millones de vacas hembras habría que prohibirlas matar, porque esas hembras están listas para poder reproducirse y tener una cría. Si hacemos un trabajo en ese sentido, se va a recuperar la ganadería, porque territorio sobra”. 

Por otro lado, hizo hincapié a los despidos tanto del sector público como privado. “Hay una cantidad enorme de personas que las están echando del trabajo y por ahora no se siente tanto, pero cuando se les termine la indemnización va a haber un país para el 60% de los habitantes”, apuntó.

Para finalizar, el dirigente matancero lamentó: “Nadie está pensando en qué trabajo le vamos a dar a todos lo que están echando, en un país donde hay todo por hacer. Ese va a ser otro gran problema y si seguimos así, va a volver ese dicho tan famoso que dice que la salida de los argentinos está en Ezeiza”.