Un jubilado de 70 años murió después de enfrentarse a los tiros con agentes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que fueron a allanar su casa en González Catán.

Los efectivos habían llegado al domicilio en el marco de una denuncia por amenazas contra su inquilino, un hombre de 35 años.

El hecho se dio en horas de la mañana de este jueves, en una vivienda ubicada sobre la calle Tomás Valle al 5400, de la mencionada localidad.

Todo empezó hace poco más de un mes, durante la primera semana de junio, cuando el inquilino denunció que, tras una discusión, el propietario, identificado por las autoridades como David Ramón Bernal, sacó un arma y disparó, provocándole una lesión leve.

A partir de esa denuncia -que comenzó a ser investigada por el fiscal Gastón Duplaá, titular de la UFI Descentralizada Nº2 de Gregorio de Laferrere-, el Juzgado de Garantías N°3 de La Matanza ordenó un allanamiento.

De esta manera, ayer, efectivos del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) llegaron al domicilio para cumplir con la orden judicial. Pero apenas los policías entraron a la casa, el jubilado los recibió a los tiros.

Uno de los balazos impactó en el chaleco antibalas de un oficial de 27 años, quien resultó ileso gracias a la protección.

La reacción de los uniformados fue inmediata. Según se detalla en el reporte policial, tras la agresión, repelieron el ataque y dispararon contra el jubilado, quien cayó al suelo y murió en el lugar.

Minutos después, personal de una ambulancia certificó su fallecimiento cuando arribó a la vivienda, constatando dos heridas de arma de fuego en la zona del tórax, en el lado derecho y con salida a la altura del omóplato.

Los agentes incautaron en la escena un revólver calibre .357 Magnum sin numeración, con dos municiones intactas y cuatro vainas servidas.

En el lugar trabajó la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza encabezada por el fiscal Adrián Arribas, quien tuvo la tarea de analizar el accionar del personal de la fuerza.

Fuentes judiciales explicaron que el fiscal decidió no adoptar ningún temperamento contra los efectivos.

También intervinieron la Auditoría General de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense y la Policía Federal Argentina, a cargo de las pericias de rigor.

La investigación penal contra el jubilado fallecido quedó cerrada tras su muerte.