El costo de la Canasta Básica subió un 1,9% en el mes de julio, en línea con la inflación general. Se trató de la segunda aceleración consecutiva, aunque el impacto del aumento del dólar fue menor al esperado.
Tanto la Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, como la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el umbral de indigencia, crecieron en la misma proporción.
De este modo, una familia compuesta por dos adultos y dos niños necesitó $1.149.353 para no ser considerada pobre y $515.405 para no ser indigente.
La CBA se determina tomando en cuenta las necesidades nutricionales imprescindibles de un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada.
A su vez, se seleccionaron los alimentos y sus cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del INDEC.
Asimismo, para determinar la CBT se amplía la CBA mediante un coeficiente que mide la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.