El incremento se aplicará a partir de este sábado 1° de junio, cuando vence la prórroga del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono. El Gobierno pide no trasladar todo el incremento para evitar más inflación. El incremento final sería de entre 1,5% y 2%.
A partir del próximo sábado primero de junio vuelven a aumentar los precios de los combustibles por una actualización de entre 1% y 1,5% de los impuestos a la nafta y el gasoil habilitado por el Decreto 466 firmado por Javier Milei, el saliente Nicolás Posse y Luis Caputo.
Con esta medida, se decidió sostener virtualmente el congelamiento de precios en los surtidores, aunque el aumento total en los surtidores se ubicaría entre 1% y 3%.
Según el decreto, el aumento de combustibles a partir del 1 de junio será de $10,74 por cada litro de nafta y de $9,18 para el gasoil, sin zonas diferenciales. Si a este último valor se le agrega la zona diferencial el impuesto total al gasoil llega a $13,644.
De este modo, la nafta súper de YPF en Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasará de los actuales $870 a unos $880,74 (suba del 1,23%), mientras que la nafta premium avanzará de $1.074 a $1.084,74, un 1% más.
Por su parte, el gasoil común grado 2 pasará de costar $918 a un valor de $928,18, un 1% adicional. Por último, el gasoil premium grado 3 avanzará de $1.167 a $1.176,18, un 0,80% extra.
Las petroleras definirán si a estos porcentajes de aumento, de entre 1% y 1,5%, se le agregará a partir del sábado la devaluación mensual habilitada por el Gobierno de 2% mensual y la variación del precio internacional del barril de crudo Brent, el de referencia para la Argentina y Vaca Muerta. En último caso, el petróleo cayó de u$s89,94 en abril a los actuales u$s82,13, con lo cual las empresas no trasladarían en total más del 2% o 3,5% al precio final de los combustibles a partir del sábado. Es más, hay empresarios que hablan de un “empate” este mes.
Pero a este 3,5% también se le puede incorporar un ajuste más por la suba del precio de los biocombustibles. Semanas atrás la Secretaría de Energía dispuso que el litro de bioetanol elaborado a base de caña de azúcar tiene un precio de $622 desde mayo, mientras que el elaborado a base de maíz, de $570. Por otra parte, estableció que el biodiesel que se utiliza para su mezcla obligatoria con gasoil sube a un precio mínimo de adquisición de $938.540 por tonelada.
Hoy las petroleras están evaluando cuánto trasladar al surtidor el sábado. Según pudo saber, si se tienen en cuenta los impuestos, la caída del petróleo internacional, la devaluación mensual y los nuevos precios de los biocombustibles, el incremento a partir de junio debería ser de entre 3,5% y 5% para los combustibles. Con el objetivo de no revertir la desaceleración de la inflación, el Gobierno no permitiría más que ese tope y finalmente sería de hasta 2%.
En junio se vencía la prórroga del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) correspondiente al último trimestre del 2023 y el Poder Ejecutivo tenía que decidir tenía que decidir si continuaba con el congelamiento dispuesto a fines de abril o si volvía a actualizarlo de acuerdo a la inflación pasada acumulada.
La decisión fue descongelar, pero aplicar un porcentaje muchísimo inferior a la inflación acumulada en los últimos tres meses del año pasado, cuando el alza de precios fue de 8,3% en octubre,12,8% en noviembre y 25,5% en diciembre, según el INDEC. Ese trimestre acumuló 46,6%. En ese caso el aumento de impuestos a la nafta debería haber sido de $70 por litro y de $45,50 para el gasoil.
El Decreto 466/2024 publicado en el Boletín Oficial argumentó que esta medida de alivio tiene el fin de estimular el crecimiento de la economía, garantizando un sendero fiscal sostenible, sim embargo libera a partir de julio próximo a trasladar el total de la inflación correspondiente a los primeros tres meses del 2024. “Resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024”, justifica la normativa.
Y luego agregó: “Para los hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1° de julio de 2024, inclusive, deberá considerarse el incremento total en los montos de impuesto”.
El incremento monto fijo diferencial es para Neuquén, La Pampa, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del FGuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, el partido de Patagones de la provincia de Buenos Aires y el departamento de Malargüe de Mendoza.
El argumento que utilizó el Ministerio de Economía para postergar el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) tenía que ver con “estimular el crecimiento garantizado un sendero fiscal sostenible”.
Sin embargo, ahora la cartera a cargo de Luis Caputo dispuso la actualización del tributo que tendrá un traslado a la nafta y el gasoil en surtidores de YPF, Shell, Axion y Puma Energy. Esta actualización corresponde para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil Grado 2 y 3.