El emblemático monumento ahora cuenta con un ascensor panorámico diseñado especialmente para su estructura. El desarrollo estuvo a cargo de la empresa matancera Servas y forma parte de un plan para convertir al Obelisco en un espacio visitable.

Por primera vez en sus 89 años de historia, el emblemático Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires cuenta con un ascensor, íntegramente diseñado, fabricado e instalado por la empresa Ascensores Servas S.A., ubicada en la localidad matancera de Gregorio de Laferrere.
Desde julio de 2025, el Obelisco de Buenos Aires puede recorrerse por dentro gracias a la instalación de un ascensor diseñado a medida.
Se trata de una obra de ingeniería que buscó adaptar una estructura construida en 1936 sin alterar su fisonomía ni comprometer su estabilidad.
El objetivo: permitir el acceso a la cima del monumento mediante un sistema moderno, seguro y funcional.
La obra fue desarrollada por Ascensores Servas, fundada en 1975, es hoy un proveedor líder de soluciones verticales en Argentina y una empresa de referencia en América Latina.
La instalación de este ascensor en un monumento tan emblemático no solo es un hito para la compañía, sino también una demostración de la calidad industrial que hay en La Matanza.
El nuevo ascensor asciende 60 metros en apenas un minuto y permite que visitantes de todo el país y el mundo accedan a la cima del icónico monumento.
Su cabina, con capacidad para cuatro personas, equivalente a una carga útil de 300 kilos, presenta dos paredes y puertas automáticas panorámicas, ofreciendo a los visitantes una vista privilegiada de la estructura interna del Obelisco.

La instalación requirió modelar en 3D tanto la estructura existente como las nuevas piezas. Según detalló el Ing. Sebastián Aizpun, director de la empresa.
“Antes de construir, hubo que entender. Se realizaron estudios técnicos con rayos X, ultrasonido, escaneos 3D y análisis estructurales de alta precisión. Todo esto permitió comprender la integridad de la base —ubicada justo sobre la intersección de tres líneas de subte y conectada a un túnel antiguo—, y determinar con certeza que era posible sostener una estructura adicional sin riesgo”.
El Obelisco, inaugurado el 23 de mayo de 1936, se mantiene como un símbolo indiscutido nacional. Ahora, gracias al ingenio y la mano de obra matancera.


