Llevado a cabo en el polideportivo Papa Francisco, diferentes representantes y funcionarios de la Justicia bonaerense se hicieron presentes en este encuentro con la Iglesia.

Este jueves en el polideportivo que está situado en la localidad de Ciudad Evita, zona que busca oficialmente llamarse papa Francisco, monseñor Oscar Ojea, junto al obispo de San Justo, Eduardo García, llevaron adelante un nuevo encuentro con representantes de la Justicia
“El planteo fue claro y concreto, más oportunidades, urbanización, institucionalidad y presencia del Estado son las respuestas que aparecen como concretas ante esta problemática que azota a los barrios más postergados del conurbano Bonaerense”.
“Ustedes pueden ayudarnos pero nosotros también podemos colaborar con ustedes. Le pedimos que ante los casos que nos toca acompañar, como los menores sin ningún tipo de protección, nos hagan más fácil nuestro trabajo. Le agradecemos su presencia y les proponemos un camino para recorrer juntos”, señaló García, quien además es responsable de la pastoral judicial.
Avanzando en la idea de más proyectos con oportunidades, el obispo de San Justo dijo “tenemos que ser conscientes que cuando ingresan los alumnos a nuestras escuelas, una matrícula es un chico más que le sacamos al narcotráfico. Por eso necesitamos más matrículas.”
Por su parte, Oscar Ojea planteó que hay que continuar el legado de Francisco viendo a las personas víctimas del consumo y el narcotráfico como hermanos. “La pregunta que se hacía Francisco cuando iba a una cárcel era ‘¿Por qué ellos sí y yo no’. Esto es una invitación para que todos, cada uno desde su lugar, nos hagamos esa pregunta”.
El panel se completó con tres testimonios de referentes del Hogar de Cristo: Christian Gianera (hogares de menores); Beatriz Masko (madraza y acompañante) y Marina Penza (trabajadora de la cooperativa El Pan nuestro de cada día).


