Son 1,8 millones de usuarios que fueron reclasificados con ingresos altos, según datos oficiales. En gas natural, otros 458.000 usuarios también dejaron de ser considerados.

En los últimos nueve meses 1,8 millones de hogares en la Argentina dejaron de recibir subsidios en sus tarifas de electricidad y comenzaron a pagar la energía a precio completo.
El dato surge de un análisis realizado por el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-Conicet), basado en el padrón del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), presentado por el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante la Cámara de Diputados en su informe de gestión.
El estudio compara el período de julio de 2024 a abril de 2025. El documento muestra que estos usuarios fueron recategorizados desde ingresos bajos a ingresos altos, lo que implicó la pérdida total de los descuentos que recibían en sus boletas de luz.
En el caso del gas natural, también se registró un ajuste importante: 484.520 hogares fueron reclasificados como usuarios sin subsidio en el mismo período. Si bien el recorte en gas fue menor en volumen, el impacto económico es sensible, especialmente de cara al invierno.
Los datos del RASE indican que, en la actualidad, existen un total de 16.375.270 usuarios de electricidad en todo el país. Según el esquema vigente, los usuarios se agrupan en tres niveles: N1 (ingresos altos), que pagan la tarifa plena; N2 (ingresos bajos), que reciben asistencia; y N3 (ingresos medios), que obtienen un descuento menor y un bloque de consumo subsidiado más bajo.
Los usuarios reciben una “bonificación” sobre el precio de la energía que consumen (ya sea electricidad o gas), lo cual es uno de los componentes de la tarifa, junto con el transporte, la distribución y los ingresos. Según la programación establecida por el Gobierno, el descuento será de 65% para los N2 y 50% para los N3 a fin de año.
En términos numéricos, N1 comprende 6.918.821 hogares (42% del total), N2 suma 6.244.657 hogares (38,1%) y N3 tiene 3.211.792 hogares (19,6%) en el caso de la electricidad. Es decir, el 60% de los usuarios residenciales de Argentina reciben subsidios en ese servicio público.
La electricidad es el servicio más representativo, dado que está presente en todo el país (mientras que muchas regiones no cuentan con red de gas natural) y explica casi dos tercios del gasto en subsidios que realiza el Tesoro.
El gasto en subsidios al sector energético ascendió el año pasado a USD 6.252 millones, un 35% menos que en 2023, según la consultora Economía y Energía. “Su incidencia sobre el PBI fue del 1%, el nivel más bajo desde 2009. Mientras que en 2014 los subsidios a la energía representaban el 12,1% del gasto primario, en 2024 esa cifra se redujo al 6,5%”, detallaron.
“Entre enero y marzo de 2025, la tendencia a la baja continuó: los subsidios fueron de USD 370 millones, un 44% menos que en el primer trimestre del año pasado. Se proyecta que en 2025 los subsidios totales del sector caerán y representarán solo 0,7% del PBI, el nivel más bajo desde 2007″.
No obstante, el proceso de modificación del régimen será gradual. En principio, no se prevén cambios en lo que resta del año, a menos que se requiera acelerar el ajuste fiscal, según indicaron fuentes oficiales.
En las últimas semanas, la Secretaría de Energía implementó una reducción escalonada de los descuentos en las facturas de electricidad y gas de los usuarios residenciales. La aceleración de la inflación en los últimos meses y la cercanía del calendario electoral son factores clave en la toma de decisiones.
La secretaria de Energía, María Tettamanti, estará a cargo de poner en marcha el nuevo esquema.
Desde diciembre de 2023, las tarifas de electricidad aumentaron un 264% y las de gas un 622%, según el Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP de la UBA-Conicet. Estos incrementos corresponden a hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que no reciben subsidios.


