El Colegio María de Guadalupe ha logrado un hito al convertirse en la primera institución educativa argentina en alcanzar la final de los World’s Best School Prizes 2024.
Este prestigioso premio, que otorga 10.000 dólares, reconoce a las mejores escuelas del mundo en cinco categorías, y el colegio se destacó en la categoría de colaboración con la comunidad.
El reconocimiento fue otorgado por sus innovadores Programas de Orientación Vocacional, Mentoría e Inclusión Laboral, que buscan transformar la realidad de los jóvenes del barrio Las Tunas, en Tigre, a través de una educación de calidad.
Esta zona del conurbano bonaerense presenta cifras alarmantes: el 73% de los jefes de familia no completó el nivel secundario, el 62% vive en condiciones precarias y el 47% enfrenta hacinamiento, según datos recolectados en encuestas realizadas por el colegio en 2022.
Un jueves lluvioso a las 14 horas, cuatro jóvenes se reúnen alrededor de una mesa. Son exalumnos que buscan insertarse en el mercado laboral a través del Programa de Inclusión Laboral del colegio.
“Nos encontramos con ellos cada tres semanas para ayudarlos a conseguir empleo”, explica Lucía Ferreyra, tutora y coordinadora del programa. El objetivo es que, al menos, cada joven se retire de la reunión con una solicitud de empleo completada.
El programa está orientado a jóvenes de hasta 25 años que ya han finalizado el secundario. A lo largo de tres meses, los participantes desarrollan habilidades para insertarse en el mundo laboral. Reciben formación en competencias digitales, como la creación de currículums y el uso de LinkedIn, además de capacitaciones técnicas, como logística, y habilidades sociales.
Santiago Martínez, de 19 años, resume su experiencia: “Nos prepararon para entrevistas laborales, simulamos situaciones reales y trabajamos mucho en el autoconocimiento y el trabajo en equipo”. Por su parte, Celeste, de 25 años, comenta: “Terminé el colegio a los 17 y a los 18 tuve una hija. Quería seguir estudiando, pero no pude por los horarios. El taller me ayudó a descubrir mis fortalezas y debilidades”.
Una vez que los jóvenes completan el taller, el programa sigue su evolución laboral durante otros tres meses, acompañándolos en su nuevo empleo y manteniendo el contacto con las empresas contratantes. Además, dos veces al año, el colegio realiza un seguimiento de los egresados para evaluar su progreso. Actualmente, el 40% de quienes completan el programa consigue su primer empleo formal.
En el nivel secundario, el colegio también implementa un programa de orientación vocacional y mentoría que ofrece un acompañamiento personalizado desde primer año. “Trabajamos el desarrollo emocional en los primeros años, y en los últimos, nos enfocamos en la preparación para el mundo laboral”, comenta Catalina Ferreccio, directora del programa.
Este enfoque integral ha dado frutos: mientras que solo 16 de cada 100 estudiantes en Argentina terminan el secundario a tiempo con los conocimientos esperados, según datos del Observatorio Argentinos por la Educación, el Colegio María de Guadalupe cuenta con una tasa de promoción del 99%.
Además, el 44% de sus egresados continúa con estudios superiores, un número significativamente más alto que el promedio nacional de jóvenes de bajos ingresos, que es del 17,5%.