Un policía retirado de la Bonaerense fue atacado junto a su hijo por dos delincuentes armados en la localidad de González Catán. Tras el forcejeo con uno de los ladrones, le sacó el arma y disparó.

Todo ocurrió este jueves, cuando el ex teniente de la Policía de la provincia de Buenos Aires, de 62 años, regresaba a su domicilio, ubicado entre las calles Barrientos y Urdaneta, a bordo de un Peugeot 208 y acompañado por su hijo.

Fue en ese contexto que dos sospechosos lo interceptaron con intenciones de robo. Apenas descendió del vehículo, se produjo un forcejeo con uno de los asaltantes, en medio del cual logró despojarlo del arma que portaba.

El arma era un revólver calibre .357, marca Taurus, con la numeración suprimida, que luego fue secuestrado en el lugar y será peritado por la Policía Federal.

En ese momento, el policía retirado disparó durante el forcejeo y el balazo impactó en el cuerpo del ladrón, quien murió en el lugar. El otro atacante huyó corriendo, sin lograr concretar el robo.

El ex policía declaró que disparó “porque tenía encima” al ladrón armado y que luego le tiró “al otro que salió corriendo”. En medio de la secuencia, su hijo se había refugiado en la esquina.

Tras el episodio, el vecino de 62 años subió al auto y salió en busca del prófugo, pero al no encontrarlo, regresó a buscar a su hijo y llamó al 911.

Tras el hecho, se preservó la escena y se dio intervención a la Policía Federal. La causa quedó en manos de la Unidad Fiscal Temática de Homicidios del Departamento Judicial local, a cargo del fiscal Carlos Adrián Arribas. La causa se investiga como “tentativa de robo agravado por el uso de arma de fuego y homicidio”.

El personal médico de la Policía Federal Argentina constató que el cuerpo del hombre fallecido presentaba un solo disparo, a la altura del glúteo.

A pesar de los intentos de identificación mediante el sistema de lectura de huellas dactilares portátil, no fue posible obtener resultados para dar con su identidad.

El cuerpo fue trasladado a la morgue judicial de Lomas de Zamora para la realización de la autopsia.

La identidad del fallecido aún sigue sin poderse develar. Tampoco se presentaron familiares en el lugar, como suele suceder en estos casos, lo que llama la atención de los investigadores.

Sospechan que el segundo agresor, que logró escapar, podría estar herido, aunque en el perímetro no se hallaron rastros de sangre, y que por eso no les avisó a los parientes de su cómplice.

Testigos aseguraron haber visto huir al prófugo con un arma de color negro en la mano, pero no lograron identificar si se retiró en un vehículo.

En el lugar, se incautaron cinco municiones servidas y una intacta. La escena fue preservada y quedó a cargo de la Policía Federal.

En tanto, el teniente retirado, quien prestó servicios en la DDI La Matanza hasta su retiro, resultó ileso y la justicia no tomó acciones en su contra.