Aylén Magalí Delgado tiene 16 años, es de Villa Celina y desde pequeña lucha contra una compleja patología en su médula espinal que la hizo atravesar varias cirugías. Su mamá, Karen, necesita juntar más de 8 millones de pesos para una nueva operación que puede mejorarle notablemente la calidad de vida.

Por Giuliana Caivano
“Aylén siempre soñó con actuar, cantar, bailar. Todo lo artístico la apasiona”, comenzó Karen, pero su realidad desde los tres años y medio que su vida cambió.
Su mamá recordó que en una de las intervenciones que enfrentó Aylén, estuvo al borde de la muerte: “Me dijeron que si la operaban podía quedar cuadripléjica en el mejor de los casos, o no salir con vida. Pero salió todo bien. Me preguntaron si creía en Dios y me dijeron que fue un milagro”.
Pese a los intentos, al día de hoy la médula de Aylén continúa anclada, lo que provoca que su cuerpo reciba señales erróneas.
Tal como explicó Karen, las piernas de su hija crecen torcidas, los tendones se contraen y el dolor es cada vez más intenso al punto de que muchas veces no puede caminar.
La nueva operación es urgente y consiste en una compleja intervención de corrección ósea. La enfermedad se llama Genu Valgum.
Una obra social que la abandonó
Karen trabajaba en la misma obra social que asistía a su hija. Sin embargo, fue despedida en mayo de 2024 y en diciembre de ese mismo año, le quitaron el acceso a los tratamientos.
“Cuando por fin teníamos fecha para operar, me dijeron que la obra social había sido dada de baja y no tengo otra forma de conseguir las placas y los insumos que necesita. Sólo las placas cuestan 4 millones y medio de pesos. Y a eso hay que sumarle la operación y otros materiales. En total, necesitamos 8 millones y medio de pesos”.
Karen detalló que si bien recurrió a todos los organismos posibles ya sea a la Municipalidad, secretaría de Discapacidad o medicina social, no tuvo respuesta alguna.
“Me dicen que como Aylén no cobra pensión, no le corresponde. Pero yo no la tramité antes porque tenía trabajo y no necesitaba más ayuda”.
La solidaridad como única salida
Aylén no tiene psicólogo, ni rehabilitación, ni medicamentos, ni garantías en su salud. “Está muy mal anímicamente. Son muy fuertes los dolores. Ella se siente frustrada, y yo me siento inútil de no poder hacer nada más”, apuntó Karen, que actualmente trabaja como telefonista en una remisería.
“No me queda otra que pedir ayuda. Hay quienes no pueden donar y está bien, pero compartir y difundir también ayuda. Alguien puede ver la historia y dar una mano”, finalizó su madre.
¿Cómo ayudar?
Se pueden realizar transferencias con el alias: aylenmagalidelgado
A nombre de: Karen Noemí Delgado (mamá de Aylén)
También es posible seguir el avance de la colecta en el Instagram creado especialmente:
@juntos_por_aylen


