El atentado, sufrido por el presidente del Deportivo Laferrere y concejal por Unión por la Patria, Gabriel Aranda, fue llevado a cabo este viernes por la noche. “Tirotearon mi casa, la de un compañero y nuestro querido club de barrio Estrella Roja”, declaró el dirigente matancero.
Un nuevo episodio de violencia sufrido por el presidente del Deportivo Laferrere, edil local y dirigente social, Gabriel Aranda.
Tras la detención padecida en la puerta del Honorable Concejo Deliberante, la cual se realizó sin orden judicial, y a la que el edil denunció como una persecución política, este viernes el dirigente sufrió un atentando que no dejó víctimas, pero que pudo ser una tragedia.
“Hace aproximadamente 2 horas tirotearon mi casa, la de un compañero y nuestro querido club de barrio estrella roja”, denunció el viernes cerca de las 22 horas y agregó: “La verdad es que me entristece tener que seguir pasando por estas cosas donde no les importa la vida de nadie, en el club estaban practicando deporte más de 150 chicos y tiraron tiros sin importarles nada”.
Aranda además declaró que le “duele que quieran callarnos por el trabajo que venimos realizando en todo el país. Queda demostrado que a más de uno les molesta el crecimiento de nuestro querido Deportivo Laferrere y nuestra Federación nacional de clubes”.
“Día a día, hace 8 años que venimos luchamos para sacar a pibes y pibas del consumo de drogas junto al movimiento ni un pibe menos por la droga en cada rincón de La Matanza”.
A su vez, desde el Frente Vecinal, espacio que integra el dirigente y que lidera la ex precandidata a intendenta, Patricia Cubria, emitió un comunicado en apoyo y repudiando el hecho de violencia.
“El Frente Vecinal expresa su más enérgico repudio a los ataques a balazos en el Club Estrella Roja, en el domicilio particular del presidente de dicha entidad y del Deportivo Laferrere, el concejal Gabriel Aranda, y en la casa de otro colaborador del espacio que, día a día, trabaja para sacar a los pibes y las pibas del flagelo de la droga”.
“Una vez más, balearon el club donde asisten más de 1.000 personas para realizar actividades deportivas, recreativas, educativas o, ni más ni menos, recibir asistencia alimentaria en el comedor o en el merendero. Una vez más, atacan las casas de dirigentes que dedican su vida a tender una mano a quienes menos tienen y ponerle el cuerpo a la lucha contra las drogas desde los clubes de barrio”.
Así también, desde el espacio instaron a “las autoridades competentes que tomen cartas en el asunto y esclarezcan los hechos con celeridad. Estos sucesos violentos son inaceptables y no pueden quedar impunes”.
Por su parte, Aranda, le pidió a “la Justicia” que “tome cartas en el asunto y vele por nuestra integridad”.